La Asociación Nacional de Prefabricados de Hormigón, ANDECE, ha publicado sus informes sobre la realización de obras con elementos de hormigón prefabricado en 2022. Si bien las estadísticas difieren mucho de una comunidad autónoma a otra, el cómputo general es negativo, arrojando un descenso de un 23% menos de obras hasta noviembre con respecto al mismo periodo del año pasado.
Como decíamos anteriormente, si bien el cómputo es negativo, en comunidades como la nuestra, Castilla-La Mancha o en Madrid (con quienes mantenemos una estrecha relación comercial) las cifras si arrojan cifras positivas, con un 4,1% más en la comunidad manchega y con un 5% en Madrid.
¿Cómo podemos explicar este descenso y en qué forma nos afecta?
La invasión rusa de Ucrania nos desvió del rumbo. En febrero, con altas tasas de vacunación en los países desarrollados nos pensábamos libres del yugo de la pandemia de COVID-19 y los mercados se mostraban optimistas con los niveles de crecimiento económico. Pero una guerra en suelo europeo, cuyos bandos beligerantes son países con grandes reservas de crudo y gas natural, así como de grano de cereal, derrumbó todos los objetivos de desarrollo mundial.
Terminando 2022 y tras 10 meses de guerra, el conflicto no tiene un final previsto, es más, tiene toda la pinta de ser uno de tantos problemas enquistados durante décadas.
Dejando de un lado la guerra, que explica parte, pero no la totalidad del problema, los bancos centrales y los grandes organismos económicos mundiales venían temiendo un desbocamiento de la inflación desde que los precios empezaron a subir a finales de 2021. Si bien la guerra en Ucrania agudizó el problema, el de la inflación, es cierto que éste ya existía.
Estos organismos económicos han adoptado una política de contención del desarrollo, aumentando los tipos de interés con el objetivo de frenar la demanda de bienes y servicios que se venía produciendo con el optimismo producido por el fin de la Pandemia de COVID-19.
Esta política económica, sumada a los cuellos de botella que aún existen en sectores estratégicos como el de las refinerías de petróleo, los semiconductores electrónicos para el mercado automovilístico o la producción de materias primas para el sector de la construcción han supuesto el descenso en la demanda de soluciones prefabricadas que mencionábamos al principio de este artículo.
En FORMAC, nos mostramos optimistas a pesar de las “nubes negras” que pueda haber rondando en el sector. Hemos conseguido grandes resultados de facturación a pesar de la adversidad y para nosotros 2023 es un año que pronosticamos como “bueno” pero a la espera del desarrollo de nuevos acontecimientos. En un mundo tan globalizado y cambiante como el nuestro, cualquier cosa que imaginemos puede ocurrir, la realidad nos da la razón.

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