Los precios de las materias primas han experimentado fuertes subidas en lo que va de año, lo que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que las «commodities» (bienes básicos) se encaminen a un «superciclo» alcista, un periodo prolongado y sostenido de encarecimiento.
Los analistas coinciden en que la recuperación económica y los estímulos fiscales y monetarios globales están impulsando los precios del petróleo y los metales, pero no todos creen que las materias primas hayan entrado en un «superciclo».
Las empresas industriales están sufriendo en los primeros meses de 2021 un elevado incremento de los precios de las principales materias primas en los mercados internacionales que unido a la escasez de las mismas puede provocar un aumento de los precios finales de los productos y menos beneficios, según un informe elaborado por Cámara Valencia.
El documento alerta del impacto que esta situación tendrá en las empresas valencianas ya que provocará un aumento de los gastos de producción; que se suma al de los costes del transporte (especialmente por vía marítima que se han cuadruplicado desde diciembre); y a una subida de los desembolsos generados por los retrasos en la recepción o envío de los productos.
El encarecimiento de las materias primas –acero, aluminio, cobre, madera o petróleo- se debe a varios factores. En primer lugar, la recuperación de la movilidad que se ha traducido en una mejora económica en la segunda mitad de 2020. En segundo lugar, el dinamismo de la economía china, que ha incrementado la demanda de materias primas. Además, la depreciación del dólar y la política fiscal y monetaria expansiva (bajos tipos de interés) ha llevado a los inversores a buscar rentabilidad en las materias primas.
Este aumento de costes, según el análisis de Cámara Valencia, «tendrá como consecuencia un freno en los procesos de fabricación, y una ralentización del ritmo de recuperación económica». Los analistas predicen también un aumento de los precios finales (tanto en el mercado nacional como en el mercado internacional), una pérdida de poder adquisitivo para los consumidores y un probable incremento de los tipos de interés en Europa. Además, los empresarios temen un estrechamiento de los márgenes de beneficios de las compañías con el objetivo de mantener su competitividad en los mercados. Según los analistas de Cámara Valencia, esto afectaría negativamente a los proyectos de inversión y a la capacidad de generar empleo y riqueza.
A ello, además, hay que añadirle el notable aumento generalizado de los fletes marítimos con los puertos asiáticos, derivado del incremento de la actividad comercial en esta zona geográfica y la escasez de contenedores libres (por primera vez en mucho tiempo). Todo ello implica la subida de los costes de transporte, además de los derivados de los retrasos por acumulación de los mismos en algunos puertos internacionales. Los azulejeros han alertado esta semana de la pérdida de competitividad por el incremento de los fletes y los promotores de parques solares han visto como el precio de los proyectos se ha encarecido un 6 % por el transporte y las materias primas.
La situación es de lo más incierta para los productores del sector de los prefabricados de hormigón, cada día nuestros proveedores nos indican que los precios han vuelto a aumentar. No solo las materias primas, también suben combustibles, derivados del plástico de todo tipo, incluso la madera. Por ello estamos ante una coyuntura que nos genera demasiada incertidumbre y deseamos que pase a la mayor prontitud posible.
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